sábado, 1 de agosto de 2015

Atestado


Del puño de A. Yánov: 

Este día 24 de febrero, ha sido revisado por mí un cojín de seda negra, de un tamaño aproximado de ½ arshín1 al cuadrado. El cojín tiene un bordado de flores de cretona sobrepuesto, entre las que se inserta un óvalo asimismo de cretona, estando recortado en el óvalo un sujeto de contenido bucólico con dos figuras (no contando los perros*): una pastora que conversa con un pastor, en la parte del plano lejano unos arbustos y árboles.
Todo ese bordado de cretona en general sedoso, el fondo de seda negra y el cordón rojizo de las costuras, estando escogidos con un gusto excelso y meticulosidad. Las flores salieron en particular de modo acertado. En general todo está bien, lo que atestiguo con mi firma. ¡Sí, en general todo está bien!.. Sí, está bien...
Pintor de clase
Alexánder Yánov
Del puño de Y. Turlíguin:

El cojín visto por mí donde A.P. es hermoso, lo que certifico con mi firma.
Pintor de clase
Y. Turlíguin
Del puño de L. Pálmin:

Grácil, elegante, gracioso. Éste cojín es para quien recostó su cabeza fatigada en él, pero quien, yo mismo no sé, es en general por su parte una persona digna. 
L. Pálmin

Del puño de N. Chejov:

Siendo invitado a la valoración del cojín, en relación al gusto artístico, cual encontré satisfactorio, sobre lo que firmo.
N. Chejov/85

P.S. Mi vida consiste en toda una serie de limitaciones, aunque yo mismo del todo no soy una persona “limitada”. Antes de rozar con la pluma esta hoja sagrada, el destino cruel la puso en manos de unos ignorantes, que no supieron valorar la gran obra de la gran pintora, hasta tanto grande que, mirando al perrito representado por su mano, además de la presentación de ese perrito, ves un cabrito también. ¡Dos obras artísticas a la vez y... tales fríos panegíricos!.. Si no me hubieran limitado, y mi pluma ​​fuera la primera en esta hoja, pues yo podría ensalzar con dignidad a la gran pintora, que obliga, admirando su obra, a admirarse y serenarse a esas celebridades en la persona de los poetas, los pintores y demás, a los que tocaron en suerte tan muchos sufrimientos. Sentimental e inteligente. Se me salieron las lágrimas, por eso me callo.
Pintor
N. Chejov/85

El cojín, donado a mí por la doncella Elizavéta Konstantínovna Márkova, de 26 años, de confesión ortodoxa, ha sido encontrado por mí la cúspide de la perfección, y la corona de todos los cojines existentes bajo la luna. Beso a la doncella mencionada (26 años) la mano.2
A. Chejonté
Dado este atestado con gritos ruidosos de hurrá.
Y en este atestado el sello X.
Al arancel estatal cobrado un kópek de plata.

*O, puede, cabritos.
1Arshín, antigua medida rusa, igual a 0, 71 m.
2En sus memorias no publicadas, Elizavéta Márkova recuerda haber bordado un cojín, que obsequió a Antón Chejov como pago a su servicio médico (ZGALI).

Título original: Attestat, publicado por primera vez en Apuntes de la GBL, num. VIII, con el facsímil del autógrafo chejoviano.
Imagen: Taobao, Cojines de terciopelo negro, XXI.