miércoles, 3 de marzo de 2010

Chejov a M.V. Kiselióva


Petersburgo, 28 de enero de 1890.

¡Finalmente me fui, María Vladímirovna1! Quería verme con usted hoy, y pasear por Petersburgo a Vasilísa Panteliévna, pero no me alcanzó el tiempo, fui a despedirme. Trasmítale a Valentín Yákovlievich2 que yo le voy a agradecer en la misma carta, en que le describiré mi visita a Zenzínov.
Al Señor e Idiótik los veré, probablemente, antes que a usted3, y por eso les trasmitiré de su parte una reverencia, y les diré que está viva, saludable y que, como se expresó la condesa4, es una gigante moral.
¿Se quedó acaso satisfecha con mi regalo indio mi futura esposa5, de la que corro a Sajalín? Si no está satisfecha, pues le enviaré algo más, un muñeco japonés o por el estilo...
Con la esperanza de que usted y su hija dejarán de perseguirme (en caso contrario tendré que dirigirme a Gresser6), queda acobardado y huyendo.
A. Chejov.
Un saludo afectuoso a los Gólubiev7 y a Vladímir Petróvich8. A Vladislávliev trasmítale, que estaré en Tomsk en la primavera o a principios del verano9.
Si me escribe a Moscú, siquiera, una línea sobre su salud, pues le estaré agradecido hasta la tumba. No piense que soy hipócrita.
Olvidé preguntarle, ¿cómo vive10

1Chejov se marcha de San Petersburgo sólo el 7 de febrero de 1890.
2Valentín Yákovlievich Gólubiev, senador, cuñado de María Kiselióva.
3Alexéi Kiselióv, esposo, y Serguéi Kiselióv, hijo de María Kiselióva se encuentran por esos días en Moscú.
4Alexándra Kiselióva (Dúdina de nacimiento), condesa, esposa de P.S. Kiselióv, hermano de Alexéi Kiselióv.
5Alexándra Kiselióva, "Sásha", hija de María Kiselióva.
6Piótr Gresser, gobernador de San Petersburgo.
7Valentín Gólubiev y Nadiézhda Gólubieva, esposos, parientes de María Kiselióva.
8Vladímir Petróvich Biéguichev, padre de María Kiselióva.
9Mijaíl Vladislávliev (cantante del Teatro Bolshói, conocido de los Kiselióv) pide a Chejov que, cuando pase por Tomsk, vea a su hijo Serguéi Vladislávliev (arquitecto), quien vive en dicha ciudad.
10El final de la carta no se conservó.

Imagen: Vladimir Kulikov, Artwork, 2009.