martes, 16 de febrero de 2010

Chejov a E.Y. Chejova


Ishím, 4 de mayo de 1890.

Estoy vivo, saludable y próspero. Aprendí a hacer café, pero en un vaso se me van dos cucharadas, y no una.
Reverencio a todos los nuestros y a los Lintvarióv1. Verdor no hay, hiela. Se me atieren los pies.
Que esté saludable. No me extrañe.
Su hijo respetuoso, A. Chejov.
De verdor, literalmente, aún ni una gota.

1Alexándra Lintvarióva, terrateniente, dueña de la hacienda El recodo, madre de las Lintvarióv, conocidas de la familia Chejov.

Imagen: Alexander Matrehin, The Ferapontov Monastery, 1999.