lunes, 3 de marzo de 2008

Asunto de peces II


En el pasado número de El despertador en la casa de campo "tratamos", con profundidad de pensamiento inalcanzable y ciencia inverosímil, la cuestión de los métodos para pescar peces. Pasamos ahora a esa parte de nuestro tratado, donde se habla de las especies de peces. 

En los alrededores de Moscú se pescan las siguientes especies de peces: 

a) Corvina1. Pez no bonita, no sabrosa, pero razonable, positiva, convencida de sus derechos corvinos. Se traga todo lo que aparezca por el camino: peces, langostinos, ranas, patos, muchachos... Cada corvina por separado se come muchos más peces, que todos los visitantes de la taberna de Yegór. Llena nunca está, y se queja constantemente de la baja en los asuntos. Cuando le indican su avaricia y desdichada situación de pececita menuda, ella dice: “¡Sigue hablando, que pronto te verás en mi vientre!” Cuando le hacen semejante indicación los de rango mayor, ella declara: “¿Y-y, padrecito, quién ahora no come pececito? Así pues está dispuesto desde los tiempos de antaño, que nosotras, las corvinas, siempre estemos llenas”. Cuando la asustan con la publicación en los periódicos, ella dice: “¡Y no me importa!”
b) Cabezudo. Pez intelectual. Galante, sagaz, bonito, y tiene una gran frente. Funge como miembro de muchas sociedades benéficas, lee a Nekrásov con sentido, critica a las corvinas, pero a pesar de todo come pececitos con el mismo apetito que la corvina. Por lo demás, el exterminio de los albures y las bremas lo considera una necesidad amarga, una exigencia de los tiempos... Cuando le reprochan en las pláticas íntimas la distancia entre la palabra y la práctica, él suspira y dice:-¡No puedes hacer nada, padrecito! No maduraron aún los albures para la vida sin peligros, y además, convengan, si nosotros no empezamos a comérnoslos, ¿pues qué les daremos a ellos a cambio?
c) Lota. Pesado, torpe y flemático, como un cajero teatral. Es famoso por su inmenso hígado, lo que evidencia que bebe fuertemente. Vive bajo los troncos hundidos y se alimenta de cualquier baturrillo. Por naturaleza es carnívoro, pero sabe contentarse con la carroña, los gusanos y la hierba. “¿Y cómo vamos a igualarnos a las corvinas y los cabezudos? Lo que hay es lo que comemos. Y gracias a eso”. Atrapado con el anzuelo, se saca del agua como un tronco, sin expresar ninguna protesta... A él nada le importa... 
d) Perca. Bonita pececita con unos dientes bastante afilados. Carnívora. Los machos fungen de empresarios y las hembras dan conciertos. 
e) Gobio. Vivo y ágil individuo, que imagina que está protegido de las corvinas y los cabezudos por los “privilegios” que le da la naturaleza, pero, por lo menos, cae puntualmente en la sopa de pescado. 
f) Carasio. Está en el limo, dormita y espera a que se lo coma la corvina. Desde la niñez, se habitúa a la idea de que es bueno sólo de forma frita. El refrán “para eso está la corvina en el mar, para que el carasio no dormite”, lo entiende en un sentido favorable a la corvina...-Día y noche debemos estar listos, para complacer a la señora corvina... Sin sus beneficios...
g) Albur. Puntualísimo visitante de las cajas de crédito, las malas diversiones veraniegas y los vestíbulos. Sirve en la vía Moscú-Kursk, regala agradecidas direcciones a las corvinas, y día y noche trabaja para que los cabezudos anden con pieles de castor.
h) Bagre. Pequeño, semi tuberculoso pececito, que vegeta entre los figurantes o abastece de malas traducciones a las revistas gruesas. Es comido en abundancia por la corvina y la perca. Las hembras viven mantenidas por las lotas y las tencas.
i) Tenca. Perezoso, baboso y lánguido pez de uniforme negro y verde, que sirve hasta la pensión. Aspira tabaco por una fosa nasal, engatusa a los carasios y se cura de obstrucciones.
j) Carpa. Se pesca con mosca. Mendiga.
k) Brema. Tiene tabernas en el camino grande y se dedica a los contratos. Hace ver que se alimenta de la comida de cuaresma. Tras comerse un pececito, se limpia los labios con rapidez, para que los “señores” no adviertan...

1Juego de palabras intraducible, schuka, lucio, suka, perra, prostituta; y por el estilo con los demás peces. 

Título original: Ribie delo, publicado por primera vez en la revista Budilnik, 1885, Nº 23, con la firma: “El hermano de mi hermano”.
Imagen: Ivan Kramskoy, Poet Apollon Maikov Fishing, 1883.