lunes, 4 de febrero de 2008

La prescripción (De la vida provinciana)


Debido a la llegada de la muy solemne fiesta del Nacimiento de Cristo, y tomando en cuenta que en los días festivos hay en el recibidor una gran concurrencia de felicitadores, le impongo a usted, muy señor mío, la obligación de observar con toda severidad que los felicitadores, al esperar en el recibidor, no se aglomeren, no fumen tabaco y no produzcan un alboroto, que pueda impedir la marcha del orden pertinente, y asimismo que éstos no derramen granos, guisantes, harina y restantes provisiones comestibles ni en la escalera ni en el recibidor, y asimismo le impongo la obligación de inculcar en los felicitadores, en lo posible con amabilidad y urbanidad, que los bichos que ellos poseen tengan un aspecto mortuorio, para que con los gritos de los cerdos, los gansos y restantes animales de los felicitadores no se infrinja el pertinente silencio y sosiego. A los infractores de esto se les atribuirá una severa responsabilidad según el orden establecido.

Consejero colegiado y caballero, M. Paukóv.
Secretario, Ejídov.
Fiel al original:

El hombre sin bazo.

Título original: Priedpisanie, publicado por primera vez en la revista Oskolki, 1884, Nº 52, con la firma del texto.
Imagen: John Singer Sargent, Hospital at Granada, 1912.