viernes, 8 de febrero de 2008

Ideas no putrefactas


¿Quieren que en el Polo norte crezcan los dátiles y las ananás? Envíen allá a los secretarios de los consistorios eclesiásticos y a los mensajeros de los consejos médicos. Mejor que ellos, nadie sabrá calentar el ambiente.
Todo en la naturaleza es racional. Al convertir al hombre, al final de su vida, en un arenillero, la naturaleza dispersa a la vez los borrones de tinta, producidos por éste en el transcurso de toda su vida...
Y los parientes lejanos son, en esencia, nuestros cercanos. Ámalos.
No el lugar adorna al hombre, sino el hombre al lugar. Por eso no el teatro adorna al alguacil, parado a la entrada del teatro, sino el alguacil adorna al teatro.
Es mejor un canario perverso, que un lobo piadoso.
Si tu esposa llora a menudo, pues emplea el papel secante. No es ingenioso, pero en cambio es práctico.

Título original: Ne tlietvornie misli, publicado por primera vez en la revista Oskolki, 1885, Nº 11, con la firma: “El hombre sin bazo”.

Imagen: Osip Braz, Antón Chejov, 1898.